Palacio de los Marqueses de la Algaba (Centro Mudéjar)

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El Palacio de Los Marqueses de la Algaba tiene origen en el siglo XV, cuando Juan de Guzmán compra unas propiedades tras la Iglesia del Omnium Sanctorum para construir un palacio, después de haber sido nombrado como el primer Señor de la Algaba (que no Marqués). El nombre, y el edificio actual en esencia se debe a Francisco de Guzmán, que fue nombrado Marqués por Felipe II en el siglo XVI. El edificio sufriría mucho a partir del siglo XIX, llegando a ser casa de vecinos de condición muy humilde y por tanto desvirtuándose y perdiendo muchos elementos, como la cúpula de la torre noreste, que debía ser similar a la del Salón de Embajadores del Alcázar, o las columnas de mármol del patio. La Historia cambió cuando en 1998 el ayuntamiento lo adquirió y lo restauró con fondos europeos. Al terminar la restauración, en 2002, el inmueble acogió las oficinas de la delegación de participación ciudadana del ayuntamiento, uso que, si bien no es el más adecuado, permitía su utilización para algunos eventos culturales y su conservación. Finalmente, en 2013 se asentó su condición cultural al convertirlo en sede del centro mudéjar, que supone el establecimiento de un amplio horario de visitas.

Llama la atención la fachada principal del palacio por su ladrillo visto (que probablemente estaría oculto en su origen) y por la portada principal de claro estilo mudéjar y, como es habitual en Sevilla en edificios de este tipo, influencia gótica. La portada se divide en dos plantas, la primera de las cuales es de sillares de piedra (poco habitual en Sevilla, por ser un material caro debido a la ausencia de canteras cercanas) y estilo gótico. La segunda planta es marcadamente mudéjar, cambiando al ladrillo visto de color rojizo, azulejos con motivos decorativos geométricos y dos pequeñas ventanas poliobuladas. Esta portada es de gran importancia, puesto que es de las primeras con un carácter monumental en edificios de este tipo y también de las pocas que se conservan de la época.

Entramos en el patio principal y nos percatamos del parecido con las típicas casas palacio sevillanas, aunque se diferencia principalmente por la ausencia de yeserías y por los arcos de la planta baja, mucho más esbeltos y sustentados la mayoría por pilares de ladrillo en lugar de columnas de mármol. Adentrándonos en el palacio la primera estancia visitable es la Sala de Doña Leonor, que aunque no acoge piezas merece la pena verla para contemplar el original artesonado mudéjar policromado. En otra estancia de la planta baja, no visitable en la actualidad, se ubicó en el Siglos XIX el Teatro Hércules .Subimos por la escalera, en la que está otro interesante artesonado que decoraba el techo de una de las salas pero que había sido retirado y almacenado, y se ha recuperado para exponerlo de nuevo en el palacio, aunque en una ubicación distinta.

Ya en la segunda planta es donde se encuentran las dos estancias en las que se exponen las piezas que componen la colección del museo, acompañadas de interesantes paneles explicativos que sitúan en el contexto histórico. La primera sala está en la torre, y en ella llama la atención de nuevo el artesonado, que en esta ocasión está aderezado con una cenefa de yeso. En la siguiente sala, contigua a la anterior, se encuentra la mayor parte de las piezas de la colección.

Con esto se termina la visita del edificio, que aunque no es un palacio que llame tanto la atención como otros con mayor importancia artística, ha sido aprovechado convenientemente para que su visita sea sin duda interesante, ya que permite no sólo conocer el inmueble, si no que acoge el centro de interpretación que ayuda a entender el arte mudéjar, tan importante en la ciudad de Sevilla. Es cierto que la exposición de este centro es muy reducida, por lo que sería deseable aumentar la colección y las salas de exposición. No obstante, quiero reiterarme en lo acertado de la intervención en este espacio que garantiza su explotación cultural.

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Planta Baja


Planta alta


Datos de interés:

• Horario de visita: lunes-viernes de 10:00h a 14:00h y de 17:00 a 20:00. Sábado de 10:00h a      14:00 h 
• Entrada: gratuita
• Contacto: 955 47 20 97
• Localización: Entrada por la Plaza Calderón de la Barca (trasera del mercado de Feria)